sábado, julio 30, 2005

Cambios de rumbo

Mi pregunta incial o con la que ando es ¿estaré ofreciendo lo que la gente quiere comprar?; si no lo estoy haciendo, ¿cómo cambio el rumbo?.

Cuando comencé Stress Out, el primer producto que definimos fue masajes en silla, hoy en día más o menos conocidos, pero cuando le contaba a mis amigos el negocio que quería realizar, la mayoría de ellos se reían y me hacían chistes en doble sentido con los masajes. Me costó mucho que ellos vieran una segunda derivada del negocio, y en el mediano plazo esta identidad tuvo costos para perfilar mi negocio en otro tipo de ofertas que tenía definido.

Con la identidad de masajes no podía sino ser un masajista, un terapeuta o algo super específico con el cuerpo. Mi empresa entraba en la competencia y el nicho existente de ese tipo de negocios, y la gente que trabaja en eso cobra poco, o al extremo opuesto se convierten en Boutiques cobrando excesivamente para tener unos pocos y selectivos clientes.

Mi negocio buscaba una propuesta multiproductos con mucho valor a los clientes. ¿cómo les contaba todo eso a los clientes, y además sin nada de plata?. Casi imposible. Tuvimos con mis socios que aguantar mucho de lo que nos decían, y una vez más parecer testarudos, convencidos de que lo que estudiabamos y lo que podíamos hacer en las empresas iba a ser poderoso. Seguimos con parsimonía y con mucha lentitud por el plan que habíamos diseñado, y queríamos posicionar el masaje en silla como un producto para las empresas. Mi competencia, un Americano con muchos contactos, aparecía y aparecía en prensa mostrando sus productos. Nosotros nada. Es más, él casi desvirtuaba nuestra oferta, dejando nuevamente el masaje como un alivio de llegar y llevar. Nosotros sentíamos que él estaba haciendo perder sentido a la propuesta de fondo que hacíamos.

Dos años nos tomó llegar al punto que queríamos estar, donde la gente nos llama para los masajes en silla para las empresas. Ahora recién en este momento estamos en condiciones de plantearnos seguir perseverando en otros productos como un software que creamos y talleres educacionales para vivir sin estrés (http://www.stressout.cl/talleres).

La pregunta ahora es otra para quién leyó todo este blog: En cuantas oportunidades haz dejado el rumbo que trazaste, y lo cambias por otro rumbo desconocido creyendo que será mejor que el anterior?, ¿cómo se sabe cuando realmente se están haciendo bien las "cosas"? Yo miro como algunos emprendedores piden dinero, habilidades y otros conjuros para realizar sus sueños, pero ninguno pide fortaleza emocional para enfrentarse a ellos mismos, yo a esa le sumo un 50%.

Yo quiero agradecer a mis socios, amigos y familiares (a algunos Bancos también) por la paciencia y por creer suficientemente en mi. La invitación es a atreverse, perseverar, amar y escuchar. Necesitamos más empresas que se formen, no hay tiempo ni rumbo fijo, pero esa absoluta flexibilidad no conduce a nuestros sueños.

Gonzalo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Los rumbos desconocidos siempre traen algo bueno...dale, sigue cambiando lo que trazaste

Gaby

Anónimo dijo...

Para todo emprendedor el camino que se recorre es muy muy importante, representa un desafio en si y es capaz de brindar gran satisfaccion. Sin embargo tambien es muy importante el destino al que nos lleva. Exito o fracaso empresarial.
Tal como evoluciona la sociedad, el mercado y las personas, tambien pueden cambiar nuestros caminos, creo que lo mas importante al cambiar de rumbo es disfrutar de este, sin olvidar hacer un analisis frio y calculador para ver si lleva al exito o al fracaso empresarial.

Felicitacion por tu blogg!!!
Felipe

Gonzalo Torrealba dijo...

Felipe me identifiqué mucho con lo que dijiste, creo que al fin de cuentas esto no se hace por el fin en si mismo, sino por el recorrido a ese fin. Pierdas o ganes, bueno, es parte del juego de entrar en lo desconocido.

Saludos,

Gonzalo T.