Tenemos muchos genes comunes, pero tenemos diferencias que nos hacen ser únicos a ambos. Las similitudes van porque tal vez porque podemos dedicarnos por un tiempo a lo mismo, vestir la misma ropa, crear valor, dar empleo, hablar de metas y proyectos, dominar múltiples temas de la organización, entre otros, pero también tenemos varias diferencias.
Tanto emprendedores como empresarios nos necesitamos mutuamente, y la sociedad, destinataria de nuestra propuesta, también necesita una cierta armonía entre todas las partes para lograr avanzar.
En los emprendedores estoy incluyendo a los artistas, a los políticos, a los agentes sociales de cambio, a los creadores de empresas, a los científicos, entre muchos otros creadores de valor para la sociedad.
Una sociedad local (un país, una ciudad, etc.) que no posee emprendedores no es capaz de movilizarse a nuevos escenarios, menos podrá participar de la gran sociedad mundial donde inherentemente se están produciendo cambios permanentemente. Esto último es una gran diferencia con los empresarios más puritanos, pues el único indicador que poseen es el de rentabilidad (ROI).
No es que un emprendedor no busca Rentabilidad, sino que la visión que lo moviliza a emprender es una mejora de una “incomodidad social”, versus que el empresario puritano busca gatillar a partir de las “incomodidades sociales” las ventas de sus productos para su propio beneficio. Ej: Te verás más linda si usas eso… Ahorra con nosotros ya, sino tu vejez será horrible… entre muchos otros ejemplos.
Los empresarios puritanos mensajean para “priorizar” necesidades sobre la base de la insatisfacción, mientras que los emprendedores trabajamos en develar y articular nuevas realidades para crear valor.
¿Qué nuevo estadio social podemos obtener de esto?; a mí me parece que ninguno, pero VENDE!
Los empresarios, que poco a poco han ido incorporando la Responsabilidad Social Empresarial en su discurso tiene cada vez más un rol emprendedor en su forma de hacer negocios, y siento que es el gran puente que nos abre la posibilidad de juntar el activo creativo e innovador de los emprendedores con los intereses de los empresarios, una hermandad que también da equilibrio a la sociedad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario