domingo, agosto 29, 2010

Jóvenes emprendedores

En el diario del día sábado en “Tendencias de la Tercera”  apareció un reportaje al éxito que se obtiene a los 40 años y de la plenitud profesional que se puede lograr al llegar a una edad más madura. Esto me llevó a dos preguntas de mi vida personal:
+ ¿Debí esperarme hasta los 40 para comenzar a emprender?
+ ¿El emprendimiento es una carrera tan tradicional como las otras que se debe pasar por etapas para lograr lo que uno espera?

Decidí escribir un resumen de mi vida de emprendimiento y tratar de contestarla.
Mientras estudiaba Administración Hotelera a los 19 años, y influenciado por mi historia familiar hice mi primer negocio; Napkin’s Service. Todos los fines de semanas trabajaba como garzón en distintos eventos (matrimonios, corporativos, etc.) y con unos amigos decidimos formar una empresa para dar estos servicios y ganar más dinero.

Hicimos tarjetas y yo hice mi iniciación de actividades para no entrar en gastos de hacer una sociedad. La empresa no duró mucho, y yo tampoco en la carrera, pero aprendí los primeros pasos de hacer negocios.
Una de las dificultades mayores de ese momento fue que me tomaran en serio. Muchas personas que andaban buscando hacer su evento nos veían y no nos creían capaces de hacerlo.

Luego entré a estudiar Ingeniería Comercial a la Universidad. Ahí pude ver el mundo del Marketing y simplemente fue amor a primera vista (lo mismo celaba a mi novia de ese entonces).  En los primeros pasos de la creación de mi próxima innovación me llamaron de una empresa de eventos para ir de Barman a la Expo Gourmand 1996. Luego de una serie de entrevistas Pisco Control (Control, Limarí, 3R, La Serena, Mistral, entre otros) me contrató. Luego de capacitaciones en el proceso del pisco con un enólogo Francés, comencé a tomar la iniciativa para ver que podía ser atractivo en la feria.  Nos fue espectacular!. El resultado es que formé una empresa que le entregaba servicios a Pisco Control para que las personas aprendieran a preparar más que pisco sour y piscolas (bebidas nacionales en Chile). Capacité a otros 20 Barmanes y los hice ir a supermercados para promocionar la marca y dar degustaciones, el resultado seguía siendo muy bueno y logramos una muy buena relación con la Gerencia Comercial. Así fue como formé mi segundo emprendimiento Top-mind (después lo usaré nuevamente).

En ese mismo momento todos mis compañeros y amigos pensaban que iba a ser “Un Gran Empresario”
Salí de la Universidad y mi destino estaba pre-destinado a emprender, pero los resultados nunca fueron los que esperaba. Inventé en el año 2001 una empresa que se llamaba Vec “The Ventures Capital Project”, la cual se dedicaba a levantar capital para jóvenes emprendedores… me fue pésimo. Un primer fracaso de mi carrera de emprendedor o mejor dicho un primer aprendizaje, aún cuando para el resto fue algo malo para mi carrera. Mis Papás y amigos tenían la reflexión conmigo “¿Por qué no trabajas como Ingeniero Comercial simplemente?... mi respuesta siempre era la misma, si emprendo soy tan profesional como si fuera un ejecutivo de una empresa.

Acto seguido, y con muy pocos meses de diferencia, en el año 2002 junto a otros dos socios re-fundamos TopMIND Chile. Esta empresa fue un éxito tremendo y logramos vender US$1 millón de dólares en un año. El mismo año por diferencias con mis socios nos separamos y yo decidí fundar mi cuarto emprendimiento Stress Out (empresa dedicada a disminuir el estrés y aumentar la productividad en organizaciones). En los tres años que funcionó, los primeros dos fueron realmente duros financieramente. Logré en este emprendimiento con mucha ayuda hacerme de buenos clientes, pero no necesariamente del dinero para sobrevivir.

A esta altura nuevamente volvían los comentarios respecto de mi estabilidad financiera, mi vida y simplemente tuve que aceptar una buena opción de emplearme. Me fui como Gerente de Recursos Humanos de Gendarmería de Chile, una gran experiencia. Toda la estabilidad del Estado estaba tras mío, y claramente logré mayor aceptación de mi familia y amigos cercanos, pero siempre supe que ese cuento de la estabilidad no era tan cierto (menos en esa posición) y en definitiva que no era lo mío. Tras casi dos años cambia el Ministro y de la misma manera que entré tuve que salir. Eso sí con un gran reconocimiento a la labor e innovación que hice en la organización.

Luego tuve un breve paso por la Academia, fui profesor y Director de Transferencia Tecnológica del Instituto Chileno de Estudios Municipales. Sin duda ahí volví a comprender que no era lo mío, aunque tenía un gran apoyo del Director y era un tema de innovación.

Estando aún en este último cargo comencé a preparar dos emprendimientos en forma separada; por un lado Estampida (negocio enfocado a la compra conjunta con mi ex socio de TopMIND Chile) y iKwest (empresa dedicada a juegos geo-referenciados). Esta última ya en su fase comercial, y debo decir con orgullo con una gran perspectiva desde su inicio cuando ganamos con mi socio el concurso de planes de negocios de la Universidad Católica.

Vuelvo a la pregunta inicial; ¿Debí comenzar a emprender ahora de 36 años?, ¿Qué aprendí en este trayecto para hacer mejor las cosas?

La verdad es que no se si hago mejor las cosas, pero si estoy de acuerdo como dice el reportaje “los profesionales mayores saben cómo llevar las ideas a cabo…”, y es precisamente que ese es un aprendizaje que no se puede tener en teoría. La experiencia del emprendedor es tal como las otras carreras profesionales, se necesita haber realizado miles de experiencias buenas y malas para aprender. Eso me lleva a la otra pregunta ¿El emprendimiento es una carrera tan tradicional como las otras que se debe pasar por etapas para lograr lo que uno espera?. Mi respuesta categórica es si.

Ahora bien esto no significa necesariamente que quienes se han empleado no puedan comenzar un emprendimiento ya un poco más maduros, pero creo que es mucho más difícil. No es lo mismo gastarse el presupuesto de la empresa, a gastarse su propia plata. No es lo mismo tomar decisiones apoyadas por el directorio, que ser uno mismo el director, gerente, tramoya, etc. de la empresa que formó. No es lo mismo fracasar y levantarse a los 25 que a los 40 años.

No sé mucho quienes son los lectores de mi blog, pero siempre me imagino jóvenes emprendedores o personas ya más maduras que quieren comenzar a emprender, y lo que pretendo es motivar la discusión, impulsar y provocar para promover el emprendimiento como una forma de vida. En este post quiero reforzar esto último, y más allá de las cifras estadísticas del éxito, creo que el emprendimiento es una pasión que se lleva independiente de las finanzas y que para el emprendedor solo se puede Ser de una sola manera, innovando!

Un abrazo y gracias por leerme.

1 comentario:

Unknown dijo...

Qué historia Gonzalo... bueno, el camino del emprendimiento tiene duros momentos, en los que hay que saber enfrentarse a sí mismo, pero las satisfacciones son enormes y el aprendizaje recibido no se obtiene con ningún estudio formal

Un abrazo looooco!